SUSPENSIÓN DE LA NOBLEZA
Los hidalgos podían suspender voluntariamente su hidalguía, generalmente muy pocas veces y por causa de pobreza. En todo caso, esta posibilidad debió de ser realidad en escasísimas ocasiones, ya que los padrones nos dan continuas muestras de hidalgos en situación de gran pobreza, sin que ello les llevase a prescindir de lo que para ellos era lo más preciado: su hidalguía.
El Fuero Viejo, en su Ley 16, Título V, Libro I, dice: “… En esta manera, si algund ome nobre vinier a pobredat, e non podier mantener nobredat, a venir a
La
suspensión no quiere decir renuncia, ya que la calidad de hidalgo es
irrenunciable. Así se estableció en las Cortes de Valladolid del año 1601, con
la sanción del Rey don Felipe III: “Las
cuales preeminencias y libertades de los hijosdalgo, es nuestra voluntad que no
se puedan renunciar ni renuncien, y si así lo hicieren, queremos que las tales
renunciaciones no valgan y sean en sí ningunas”
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